Efectivamente … cada vez podemos encontrar más y más variados artilugios electrónicos a unos precios asequibles y depende de cada uno como afrontar este “dilema”.
Por una parte, los equipos comprados nos resuelven la papeleta de forma más inmediata y, seguramente, con una presentación del producto más atractiva.
Por otra parte, no aprendemos apenas nada sobre ellos y son difíciles de personalizar, de adaptar a nuestras necesidades en cualquier momento que lo necesitemos.
Incluso, económicamente, es posible que no exista mucha diferencia en el coste final que ayude a inclinar la balanza en uno o en otro sentido.
Creo que desde esta óptica no hay mucho que discutir.
Hoy en día, para mi la óptica está en un lugar diferente: en si queremos/podemos disfrutar con la bricoelectrónica … en si deseamos, o no, emplear un determinado tiempo cacharreando y aprendiendo cosas … y en si nos sentimos mejor utilizando cosas que hemos sido capaces de fabricar con nuestras propias manitas.
Ahí creo que está el autentico peso que hace inclinar la balanza y hacer que tomemos una decisión (comprarlo hecho) o la opuesta (fabricarlo nosotros mismos).
La bricoelectrónica considero que tiene un plus interesante: que podemos diseñar el producto a nuestro antojo y dotarlo de la personalidad que deseemos ... eso nos hace poseedores de un producto muy personal y único!
También tenemos la ventaja de poder reutilizar materiales y abaratar así su coste final.
Y, el conocimiento!!! … saber que somos capaces de entender y poner en marcha un equipo, partiendo prácticamente de cero … ¿qué precio se le podría poner a eso???